Juventudes y Fronteras en el MERCOSUR

12 Aug

Juventudes y Fronteras en el MERCOSUR

Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay cuentan con indicadores cercanos de jóvenes (entre 22 y 28%), con procesos similares en torno a su desarrollo poblacional. La región cuenta con esta ventana de oportunidad, pero solo si esta población encuentra oportunidades de estudio, trabajo y condiciones para lograr el desarrollo integral de su vida – desde lo individual hasta lo local y comunitario.

 

Con excepción de Santana do Livramento, en Brasil, las otras siete ciudades analizadas en el proyecto “Juventudes y Fronteras en el MERCOSUR”, que el Instituto Social del MERCOSUR (ISM) ejecuta con el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), tienen un porcentaje de jóvenes superior a la media nacional. Es decir, también hay una ventana de oportunidad abierta en las principales regiones fronterizas del MERCOSUR, que podrán avanzar en su desarrollo económico y productivo, aprovechando las capacidades de las juventudes.

 

Para que se aproveche esta oportunidad única para las ciudades fronterizas, los países y el MERCOSUR, son importantes políticas específicas e inversión pública y social en las juventudes, que es el objetivo final de este proyecto en su etapa de incidencia. Se entiende que algunas de estas políticas o líneas de acción son nacionales, algunas son locales y algunas líneas pueden ser regionales. 

 

Juventudes y Fronteras en el MERCOSUR

Con este proyecto, se buscó, primeramente, conocer el perfil de las juventudes fronterizas de manera cuantitativa, luego se buscó reconocer el impacto del covid-19 en los medios de vida y salud de las juventudes. 

 

Las publicaciones derivadas de los análisis por cada par de ciudad fronteriza (Salto/Concordia, Encarnación/Posadas y Santana do Livramento/Rivera) se publicarán a partir de este viernes.

 

En cada territorio se reunió un conjunto importante de datos y evidencias, y se implementó una metodología para evaluar el gasto público en adolescentes y jóvenes en las ciudades. Además, se escuchó en profundidad a los y las jóvenes de estos pares de ciudades, contribuyendo a la construcción de agendas de juventudes binacionales, que también pasan a ser publicadas hoy por el ISM y UNFPA. 

 

De este conjunto de información, comienzan a llamar la atención algunos elementos que ya han sido analizados, algunos porque se asemejan a todas las fronteras, otros porque revelan diferentes escenarios entre un lado y otro y, por lo tanto, requieren miradas de atención específicas.

 

En primer lugar, es importante decir que los jóvenes de las fronteras son parte de una población considerada vulnerable por su franja etaria y componente territorial, lo que genera impactos. Por ejemplo, hay más informalidad laboral, deserción escolar, además de migración o residencia “sin papeles”, que también puede ser “sin derechos”, el acercamiento facilitado a las redes de trata de personas, tráfico de mercancía y diversas subcategorías del crimen organizado, que están presentes en estas regiones.

En segundo lugar, las juventudes mencionan la importancia de servicios públicos más amigables en esta regiones: salud, educación, protección social, apoyo en el ámbito laboral, en la entrada o salida de sus países, y más información. En general, desconocen sus derechos como ciudadanos fronterizos y llegan a evitar los servicios públicos ofrecidos al otro lado de la frontera, mismo que ahí residan, estudien o trabajen (debido a dificultades con el idioma, reconocimiento de títulos, acceso a la justicia y a documentos legales, y a tratamientos de salud). 

 

Al mismo tiempo, funcionarios y gerentes públicos también revelan desconocimiento y ausencia de marcos legales para atender a personas fronterizas.

 

En tercer lugar, las juventudes mencionan la importancia de oportunidades adecuadas a su formación, para poder quedarse y contribuir a sus comunidades y familias. Muchos jóvenes se ven obligados a trasladarse a otros centros urbanos para estudiar o trabajar en áreas específicas. 

 

Otro punto, resaltan la importancia de que cada comunidad, sus instituciones sociales y autoridades puedan dialogar de manera abierta, atenta y respetuosa con los más diversos grupos juveniles que habitan el territorio, ampliando el sentimiento de bienestar, paz, armonía e integración. 

 

Otro punto observado es la necesidad de que se promuevan campañas en torno a la importancia de que las juventudes inviertan tiempo y esfuerzo en su desarrollo académico y profesional y estén atentos al cuidado de la salud, antes de la formación de familias y la edad adulta. Los datos muestran que las niñas en algunas ciudades están formando familias a temprana edad, abandonando los planes de estudio o trabajo. Al mismo tiempo, los niños abandonan la escuela para ingresar temprano al mercado laboral. 

 

Es importante señalar también que la pandemia ha afectado a muchos jóvenes, que han dejado trabajos, universidades, han regresado a la casa de sus padres o incluso han visto interrumpidos sus sueños. El atraso social generó estrés, desilusión y desesperanza. En este sentido, entidades sociales, administraciones públicas y empresas también tienen en la agenda este punto de convergencia, con vistas a contribuir a las juventudes y a un futuro mejor para toda la comunidad. Los cuidados con la salud mental se ven como de máxima importancia a los grupos escuchados.

 

Otros datos e informaciones en www.ismercosur.org/juventudes

Las publicaciones estarán todas disponibles en https://www.ismercosur.org/es/coleccion-juventudes-y-fronteras-en-el-mercosur/


Con texto publicado originalmente en la Revista Parlasur de marzo 2022